Monoica es un paisaje escénico que emerge y evoluciona de la creación de cuadros plásticos vivos dibujados con los cuerpos, las acciones, la materia, el vídeo, la luz y el sonido.
El desengaño con el sistema imperante nos obliga a mirar hacia adentro, a reevaluar la manera de relacionarnos con el entorno, reentender el camino humano y encontrar inspiración lejos de los destellos del consumo de estímulos y sobresaturación mediática.
Contemplar y descubrir lo pequeño, y como mi pequeño y el tuyo se interrelacionan, son interdependientes y modifican, incluso, todo nuestro entorno. Así, Monoica se vierte sobre los elementos poéticos y plásticos de una manera lúdica, construyendo una composición intuitiva que se aleja de la narrativa estructuralista.